cuando sales de casa
hasta que desapareces
girando la esquina
luego vuelves tarde
con el rostro cansado
y alma vacía
la mirada infinita.
A veces me miras
pero no me ves
porque miras lejos
buscando el reflejo
de un sueño dorado
que se fué tan lejos
que no ha regresado
aunque tu te mientes
sigues esperando...
y no te das cuenta
que lo estás soñando.
Ayer me acerqué
pasaste rozando
de lilas e incienso
me quedé impregnado
me vino a la mente
un sueño de antaño
una iglesia llena
un altar dorado
un hombre que jura
mientras tú llorando
le besas los labios
ya te has despertado
Apenas le sientes
rozando tu mano
mientras entra el día
con prisa sonando.
Te miro a lo lejos
sé que estás llorando
con los ojos secos
y el pecho encharcado
pero no me atrevo
a acercar mi paso
cruzarme contigo
mirarte a los ojos
y decirte algo
que alivie tu llanto
que pare tu paso
que cambie tu sueño
y sigo esperando
a tener las fuerzas
¡maldita la vida!
que hoy no me han llegado.
Pedro M. Campos